Iniciamos este viaje con la intención de llegar a los territorios rurales y con la seguridad del aprendizaje, la construcción de vínculos, la generación de oportunidades de encuentro, “conversa- acción”, disfrute y el descubrimiento potente de las heroínas y héroes que yacen el territorio rural y urbano de nuestro municipio.

Para esto, construimos una alianza con las Instituciones educativas rurales de las veredas Colmenas, Piedras, Llanadas, Fátima y San José y la Fundación El Maná en el área urbana, logrando desarrollar el viaje con los siguientes grupos:

Vereda Colmenas: posprimaria – 20 adolescentes y jóvenes.

Vereda Piedras: posprimaria y media técnica – 25 adolescentes y jóvenes.

Vereda Llanadas: posprimaria – 7 adolescentes y jóvenes.

Vereda Fátima: posprimaria – 15 adolescentes y jóvenes.

Vereda San José: grado noveno – 26 jóvenes.

Área urbana: Fundación El Maná – 12 adolescentes.

Este viaje trajo consigo el principio de que las y los jóvenes pueden asumir un papel más activo en la creación de una sociedad más pacífica e incluyente, comprendiendo su propio potencial e iniciando procesos de cambio en sus entornos inmediatos.

Se trata pues de una experiencia de inmersión lúdica y amplia, para que las y los jóvenes puedan “descu-abrir” sus fortalezas, sus poderes, puedan desarrollar estrategias de resiliencia e inteligencia emocional y construir relaciones más sólidas con sus compañeros(as) y comunidades. Es con todo este equipaje que se empieza su reconocimiento como actores(as) de transformación en sus territorios y autores(as) de la paz en los entornos que habitan.

La coyuntura mundial por el Covid – 19, nos puso el desafío de no paralizar nuestra actuación y desarrollar este proceso de manera no presencial, sin que se perdiera su esencia (lo vivencial, la reflexión, la capacidad de autovaloración y el descubrimiento de sus sueños). Frente a este año de aislamiento social, con compromiso ético, disposición política y mucha creatividad, potenciamos otras maneras para que ésta herramienta llegara a las y los jóvenes rurales y se iniciara el tejido de revelaciones y aprendizajes. 

Así, a través de entregas físicas de guías, acompañadas de materiales, dispositivos pedagógicos, y acompañamiento – seguimiento permanente virtual, emprendimos juntos(as) éste viaje durante todo el año 2020, logrando permanecer, acompañar las situaciones complejas de vida de algunos(as) jóvenes, regalándonos la oportunidad de la confianza y el apoyo, y culminando éste año con muchos deseos y compromisos de continuidad para el 2021.